miércoles, 19 de agosto de 2015

Tratamiento del cáncer y salud oral

Los medicamentos que se utilizan para tratar el cáncer, conocidos como agentes quimioterapéuticos, además de destruir las células cancerosas, lesionan las células normales del organismo, incluyendo las de la cavidad oral. Estos fármacos producen efectos secundarios en las encías, los dientes, las glándulas salivales y los tejidos blandos de la boca. Los pacientes que se someten a quimioterapia pueden presentar síntomas tales como dolor en las encías, dificultad para comer y para hablar, sequedad en la boca, ardor e inflamación en la lengua y alteraciones del sentido del gusto.
 Adicionalmente, estos medicamentos bajan las defensas del organismo y aumentan la predisposición a infecciones por virus, bacterias u hongos. En algunos casos, los síntomas pueden ser tan severos, que es necesario descontinuar el tratamiento.

Cuando la higiene oral es deficiente, la incidencia de estas complicaciones es mucho mayor. Antes de iniciar el tratamiento para el cáncer es muy importante la detección precoz de las lesiones de la boca y la estabilización de la salud oral. Lo ideal es que el paciente sea evaluado por un equipo especializado en oncología oral, si es posible un mes antes de comenzar la quimioterapia. Es fundamental una buena comunicación entre los médicos tratantes y el odontólogo, para que desarrollen conjuntamente un plan integral de atención que incluya el tratamiento de las lesiones de la mucosa, de las caries, de la enfermedad periodontal, de las alteraciones en la saliva, y si es necesario, la corrección de las prótesis y coronas mal adaptadas y el tratamiento de conductos.

Las medidas preventivas incluyen una alimentación adecuada y una buena higiene oral. Es aconsejable usar un cepillo suave y seda dental, y hacerse enjuagues con ¼ de cucharadita de bicarbonato de sodio y ¼ de cuharadita de sal disueltas en un litro de agua. Se recomienda beber abundante agua con el fin de mantener la boca húmeda, consumir alimentos blandos tales como cereales, purés, huevos revueltos y sopas, y masticarlos lentamente. Se debe evitar el uso de palillos dentales, el consumo de alimentos ácidos, condimentados, duros, crocantes, o muy calientes, así como del alcohol y el tabaco. Tampoco se recomienda ingerir azúcar, ya que puede generar caries dentales. Si el paciente presenta cualquier síntoma, debe avisarle inmediatamente al odontólogo.
Cuando se requieren tratamientos invasivos, como extracciones dentales, es conveniente que el paciente reciba antibióticos preventivos, sobe todo si tiene un catéter venoso central, con el fin de evitar el riesgo de infecciones y de una posible endocarditis bacteriana.


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